La vegetación siempre es una buena aliada y más cuando, a diario, tenemos que sufrir los efectos de la polución en forma de la mala calidad del aire y del cambio climático en general.
El estilo de vida en las ciudades no suele ser muy ecológico y al final los pulmones de las ciudades, que tienen forma de parques, son insuficientes para combatir la contaminación. Un sistema constructivo basado en una fachada verde o vegetal, o ciertos detalles constructivos con este perfil de material, ayudan y mucho a la ciudad en aspectos como la contaminación acústica.
Si pensamos en la sostenibilidad, estos espacios pueden llegar a aportar numerosos beneficios sin utilizar una gran superficie. Además, son superficies que de otro modo no tendrían utilidad alguna, en la mayoría de los casos.
- Fachadas vegetales
Existen dos tipos de estructuras: las fachadas vegetales y los muros vivos.
Las primeras, se caracterizan por contar con apoyos para encauzar el crecimiento de las plantas de manera que obtengan una posición vertical. Suelen crecer desde el suelo y las raíces se van apoyando en la superficie vertical.
- Muros vivos
Por otro lado, los muros verdes, son estructuras que se adhieren a la pared para que crezcan los vegetales del armazón artificial.Plantas, flores, algas e incluso hortalizas pueden formar parte de estas estructuras con diseños inteligentes.