Cuando llegan las lluvias empiezan los problemas de humedad en las casas o edificios que no han tenido una impermeabilización adecuada. Existen diferentes tipos de impermeabilizantes en el mercado que pueden aplicarse según el estado de la casa, nueva o existente. Conocer las diferencias entre los materiales te ayudará a hacer la mejor elección y a saber cómo impermeabilizar una casa según las necesidades. Hacer una correcta aplicación de impermeabilizante desde el principio, evitará que se presenten problemas en el futuro y facilitará su mantenimiento.
Impermeabilizante de cemento
El impermeabilizante de cemento es un material recomendado para zonas húmedas de la vivienda, tanto interiores como exteriores. Pertenecen a la familia de los cementos y son un material que de acuerdo con los aditivos que contenga, brindan una protección contra el agua a los elementos o zonas donde se colocan.
Este tipo de material se recomienda para zonas que van a estar expuestas a la humedad. Pueden ser usado en todos los elementos de la construcción (pisos, techos, columnas, entre otros), principalmente aquellos en los que el concreto va a quedar aparente. La aplicación de impermeabilizante de este tipo tiene muy buen resultado cuando se utiliza desde la fase de obra de la misma forma que el cemento tradicional. El impermeabilizante de cemento no solo se usa como material de obra nueva, puedes usarlo también para hacer reparaciones en espacios que ya presentan algún problema de humedad. Este tipo de impermeabilizante tiene una larga durabilidad y requiere de poco mantenimiento.
Impermeabilizantes de membrana líquida
Estos se utilizan principalmente en techos o azoteas. Para la aplicación de un impermeabilizante de este tipo puedes pensar en algo similar al proceso de pintar. Se coloca una primera capa de imprimación y posteriormente 2 capas más. Dentro de los tipos de impermeabilizantes de membrana líquida existen diferencias en cuanto a los polímeros que los forman, que son los que funcionan como material impermeable y entregan una mayor o menor resistencia.
En los impermeabilizantes líquidos se encuentran los impermeabilizantes fibratados . Estos son recubrimientos elastoméricos que se aplican directamente a los techos o azoteas. Es un material que contiene fibras que hacen que haya una mayor protección impermeabilizante.
La aplicación es una primera capa de imprimación y se recomienda usar una malla de poliéster antes de aplicar la capa final.
Tienen la ventaja de ser de fácil aplicación y dar buenos resultados por su precio, sin embargo, tienen una durabilidad menor en comparación con otro tipo de material. Al utilizar este tipo de material, se debe considerar hacer mantenimiento según la especificación del fabricante que puede ser hasta de 5 años.
Lámina asfáltica o bituminosa
Este tipo de impermeabilizante está formado por una lámina compuesta por materiales bituminosos derivados del petróleo. Funcionan como una barrera que impide el paso del agua. Para saber cómo aplicar impermeabilizante de este tipo de forma correcta, es necesario seguir el manual técnico específico de cada fabricante. En general, este material viene en rollos autoadherentes que se aplican directamente en la superficie a impermeabilizar mediante calor. Las láminas o placas se van solapando entre ellas para evitar huecos y así aportar una mayor protección frente a las filtraciones.
Tiene buenos resultados, pero también el costo es un poco más elevado respecto a otro tipo de impermeabilizantes. Es recomendado para estar a la intemperie, aunque preferentemente en zonas donde no haya demasiado tránsito para evitar rasgaduras que afecten la protección que brinda el material.
Decidir cómo impermeabilizar una casa dependerá de factores tanto económicos como técnicos según la exposición que vaya a existir a la humedad. Escoger el tipo de impermeabilizante más adecuado te ayudará a tener los mejores resultados, en Gatza podrás encontrar una gran variedad y recibir asesoría personalizada para la compra del material que mejor se adecue a tu obra.